Cuentos de Metrópolis: El camino del asalariado.

A razón de unos años para acá he tenido la inquietud de escribir cuentos cortos acerca de diversas cuestiones, en particular de la cultura urbana y las situaciones que nos tocan vivir en esta ciudad. El D.F. también conocido como Ciudad de México. Siendo una de las mas grandes ciudades (y una de las mas ricas también) he llegado a pensar que las situaciones que vivimos, aunque compartidas con millones de personas, tienen sus particularidades. Siendo como soy de pronto me sorprende este vaivén cotidiano y veo la cuidad y sus habitantes de diversas maneras.

Cuentos de Metrópolis es el nombre que le doy a la compilación de mis cuentos cortos acerca de esta ciudad y sus constituyentes, un homenaje y crítica simultáneos a la época en la que me ha tocado vivir. Estos cuentos van naciendo de mi vivencia, y aquí los iré compartiendo conforme sean concebidos. Comencemos con la primera parte de El camino del asalariado, cuento que trata acerca de nuestro camino hacia el trabajo.

El camino del asalariado, parte 1.

Salgo por fin a la calle. Espero un par de minutos y finalmente abordo la unidad de transporte público, más popularmente conocida como micro o pesero. Aquí es donde comienza el ejercicio matinal, nos aferramos al estribo del microbus (que viene lleno) para no caernos. Tengo que admitir que es revitalizante sentir el viento fresco en tu cara, la tensión en tus brazos mientras en algún lugar perdido en el interior del micro suena Staying Alive, amortiguado por varias humanidades comprimidas. Una cascada con olor a perfumes, after shave y ropa limpia me obliga a hacerme a un lado. Pasado el edificio de oficinas puedo adentrarme en el transporte y con suerte encontrar un asiento donde posarme. Hoy no es el caso y me toca ir parado hasta la estación del Tren Ligero.

Me entretengo viendo como una chica se maquilla a pesar del errático movimiento del microbus, parece tener la destreza de un malabarista de mono ciclo y aprecia su trabajo en un pequeño espejo de mano con tal esmero que parece estar hipnotizada. Una maza enorme fuera del camión me distrae de la hábil mujer.

El Coloso me bendice con un lugar donde sentarme. Este Coloso tal vez no sea de hierro y bronce como su antecesor, sino de hormigón y concreto armado, pero su influencia no es en nada menor. Casa de los caballeros águila de Coapa sigue siendo faro y luz de muchas vidas. Yo le voy a los Pumas.

La naranja luz del sol filtrándose por los escalones de los puentes peatonales tiene algo de místico, como las estrellas vistas en los observatorios mayas hace tantos años ya.

Mas adelante les traeré la parte dos de este cuentito.

Egresando en Crisis: ¿Generación Y?

Por si no hubiera sido poco haber crecido escuchando a Locomía, Caló o Garibaldi, nuestra generación ahora se enfrenta a dejar atrás el ámbito académico de la Universidad para sumergirse en el mercado profesional en medio de una recesión global.

Es un hecho que bajo la situación actual los mercados siguen todavía buscando la estabilidad, y que estos momentos nos afectan como recién egresados. Si era ya complicado obtener empleos a la altura de nuestra formación, ahora que el desempleo en México ronda el 5% y que las empresas pequeñas y los micro-empresarios, así como los profesionistas independientes están enfrentándose a dificultades para seguir en operaciones, uno como estudiante o recién egresado se siente, aún más que antes, lanzado bajo una cruel luz hacia un frío mundo. Sin embargo la situación no es tan dramática y aún en esta realidad compleja hay posibilidades de crecimiento para nosotros.

La inseguridad es la característica de esta época de recesión, No hay acuerdo de cuanto durará este periodo pero algo es seguro: No durará para siempre. La historia nos ha demostrado cada vez que después de crisis como esta siempre viene una recuperación. Lo primero que debemos entender es que esto es temporal y pasajero.

Es verdad que las empresas han despedido a mucha gente, pero hay que tener en cuenta que los más afectados por esto son los empleados a nivel operativo, aquellos con menor antigüedad y aquellos con menor formación y/o capacidad. Por su parte los profesionistas independientes se enfrentan al alza de costos operativos, materiales y un mercado que no quiere invertir dinero (percibido erróneamente como gasto).

Si lo que buscas es un empleo ten en cuenta que los procesos de selección son más estrictos hoy en día que en años pasados ya que los empleadores buscan llenar sus plazas con personal más calificado y más activo. Como jóvenes que somos podemos aportar ánimo, vitalidad e ideas nuevas a nuestro empleador y es importante que lo hagamos. Si nos estamos topando repetidamente con citas infructuosas hay que buscar la forma de enriquecer nuestra oferta laboral y profesional. Es un buen momento para tomar esos cursos de actualización, de idiomas, de uso de herramientas.

Si eres un profesionista independiente o microempresario es necesario que te des cuenta de que la situación de tus clientes es muy diferente a como era hace un año, entonces ajusta tus estrategias de mercado, busca más y mejores proveedores para ofrecer soluciones al alcance de las carteras de tus clientes.

En resumen. Somos jóvenes y eso aporta mucho a nuestra oferta profesional, si añadimos a esto una buena actitud ofreceremos una buena primera impresión.

En estos momentos de recesión es una buena alternativa enriquecer nuestro portafolio profesional con cursos de actualización, de idiomas y de herramientas, en lo que los mercados se estabilizan. Ajustar nuestras estrategias de mercadotecnia y ventas también nos ayudará a adaptarnos a este cambiante clima económico al que tenemos que hacerle frente, de preferencia con buen ánimo.

Como consejo personal para mis colegas, amigos y compañeros de generación. Si tienen un trabajo cuídenlo, y si encuentran uno en estos tiempos complicados a pesar de no cubrir todas las expectativas no se coticen demasiado, tomen experiencia que también les ayudará a ofrecer más y a estar listos para cuando el remonte y la recuperación lleguen.

Enough!

Estos últimos meses, este final de año ha tenido muchas altas y bajas, mas bajas que altas y las cosas no han venido a mi favor.

Diversos problemas han salido a la luz y ahora tengo que lidiar con ellos. Hay muchas cosas con las que estoy enojado, que no me parecen y que van a comenzar a cambiar. He cedido mucho y dado mucho. Y ya estoy cansado.

No pienso dejar más que las cosas vayan por caminos que no decido. Ya me cansé de er bueno y de ver por los demás. Si todo es pasajero solo hay algo que me consta que se queda conmigo y en eso me voy a enfocar.

Ya estuvo.